Marta Vera dice:
“Estoy convencida de que en el caso de las cocinas se valoraron todas las
soluciones posibles” Usted puede estar convencida de lo que quiera, pero la Cámara de Comptos, un
órgano independiente, dice que no se
valoraron todas las soluciones posibles.
Sobre la retirada del agua a los pacientes dice: “En otros
lugares, también en las oficinas del departamento, bebemos agua del
grifo”. En otros lugares no hay
pacientes ingresados como en un hospital. En las habitaciones con baño
compartido nadie asegura
que todos los usuarios sigan las medidas higiénicas
adecuadas.
Marta Vera acude al complejo hospitalario “sin complejos”,
pero sale por la puerta de atrás cuando tiene que mirar a la cara a las
personas que va a mandar al paro. Desde luego hacen falta pocos complejos para
venir a inagurar en julio unas calderas que llevan hachas desde enero.
A Marta Vera le desagradan los insultos, a nosotras también.
Sin embargo sus compañeros de partido Pérez Prados y García Malo saben que nos
comportamos correctamente, como ellos lo hicieron, cuando nos recibieron, algo
que ni usted ni nadie de su departamento se han molestado en hacer. 160
trabajadoras que vamos a ir a la calle
merecemos un poco de su tiempo.
Si le hemos faltado de palabra lo sentimos. Usted, sin
embargo, nos desprecia cada día que pasa con sus acciones y sus omisiones.
También lo hace de palabra cuando duda de nuestra profesionalidad al decir que
nos cogemos muchas bajas. Bajas por maternidad, ya que la mayoría de las trabajadoras somos mujeres.
Las bajas las dan los médicos de cabecera o los de la mutua,
no nos las cogemos nosotras cuando queremos. Pregúnteles a ellos y le podrán
hablar de caídas, quemaduras y cortes. Pregunte
a salud laboral y le hablarán de esfuerzos repetitivos y de mal diseño
del puesto de trabajo. Y si nos quiere preguntar a nosotras es muy fácil
consejera, solo tiene que recibirnos.