viernes, 4 de enero de 2013

DESAMPARAD@S Y SIN PARO



Las trabajadoras y trabajadores de las cocinas hospitalarias (ex -cocinas públicas) queremos denunciar el desamparo absoluto en el que la  Administración nos ha dejado después de la privatización.
Desde julio de 2012, en que Mediterránea de Catering se convirtió en la empresa adjudicataria del concurso (donde se “valoraba” su compromiso a emplear a personal en activo en ese momento, pero en ningún momento aparecía la obligatoriedad sobre ese mismo hecho), los y las trabajadoras de las cocinas no hemos recibido ninguna comunicación sobre nuestro futuro inmediato por parte de la Administración, ni fijos ni eventuales (sumando éstos últimos sobre el 80 % de la plantilla).
En noviembre, Mediterránea de Catering empezó a llamarnos (previo envío del Currículum Vitae) para realizarnos entrevistas en la cafetería de Virgen del Camino, de escasos 10 minutos de duración, donde se repetían las mismas preguntas y de las cuales salíamos con la sensación de haber participado en un paripé.
A finales de diciembre han empezado a llamar a sus candidat@s, en muchos casos ofertándoles vía telefónica y desde un “número privado”, entrar en la empresa .
Denunciamos que su oferta ha sido ambigua (horario de 6 a 23h, sin especificar ni puesto de trabajo ni funciones a realizar. Contratos de 6 meses con 15 días de prueba. Si durante o pasados estos quince días, la empresa decide que no somos apt@s para el puesto, nos encontraríamos en la calle y sin derecho a percibir prestación económica alguna, debiendo pasar mínimo 3 meses contratad@s por otra empresa para tener derecho a la misma).

Denunciamos también que, si la respuesta de la candidata o candidato no ha sido inmediata y positiva, no ha habido una segunda llamada para conocer la decisión del o la interesada.
Denunciamos que ha habido ofertas a cocineros fijos (que sepamos, todos hombres) en los que se les ha ofrecido el sueldo base según el Convenio de Hostelería, mientras que el resto (la parte correspondiente al grado, nivel, etc.) correría a cargo de la Administración.
Y, sobretodo, denunciamos la exigencia, en caso de estar trabajando actualmente en la cocina, de renunciar al contrato suscrito con anterioridad con la Administración y tener que pasar 21 días en el paro para poder incorporarnos a la nueva empresa. Este hecho comporta 3 efectos graves en las y los trabajadores en activo:

1/ durante 21 días dejamos de trabajar y no percibimos ningún tipo de sueldo
2/ al pedir nosotr@s el cese en el trabajo, perdemos el derecho a percibir una prestación por desempleo
3/ la Administración nos penaliza por ese mismo hecho y, en caso de figurar en alguna lista de empleo público, pasamos al último lugar

Sospechamos que esta estrategia tiene que ver con el hecho de que, al tratarse de un tipo de subrogación, nuestro “trasvase” a la nueva empresa comportaría una compensación económica en base a la antigüedad que debería venir reflejada en la nómina. En su afán lucrativo (recordemos una vez más que la salud no puede ser nunca un negocio, y que la alimentación es salud),  Mediterránea de Catering pretende ahorrarse este dinero y contratar personal con ninguna vinculación con la antigua empresa, en este caso la Administración.


Ante este atropello de nuestros derechos, y ante el silencio corrupto y podrido de la Administración, denunciamos ambas acciones, la de la empresa privada por abusiva y excluyente y la de la pública, la cual, por cierto, contribuimos todas y todos a mantener y que está demostrando velar bien poco por nuestros derechos y los de futuros pacientes de los Hospitales navarros.

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