jueves, 18 de abril de 2013

A la señora consejera Marta Vera

Marta Celaya
 
Desde que usted está en la Consejería de Sanidad se ha dedicado a recortar en este servicio público, siempre con una sonrisa en la boca y asegurando que no perjudicaba en absoluto a la atención a los pacientes.

Pues bien, durante 43 largos días mi padre ha estado ingresado en el antiguo Hospital de Navarra y hemos visto trabajar al personal del centro a un ritmo frenético intentando llegar a todo y sin conseguirlo algunas veces por encontrarse completamente desbordados. ¿Será que no hay suficiente plantilla, señora Vera?
Y aun así, siempre hemos recibido un buenísimo trato, una sonrisa y palabras de cariño cuando más las necesitábamos. Solo tenemos una queja. ¿Adivine cuál? La comida, por supuesto, que según usted es de una excelente calidad y que somos todos unos tiquismisquis. Pero estoy segura de que no sería capaz de comerse un puré insípido y lleno de grumos o un trozo de pollo completamente congelado por dentro. Otro gran logro de su Gobierno, señora Vera.
Para terminar, quisiera dar las gracias al personal del pabellón N, tercera planta, por darnos una lección de profesionalidad a nosotros y, sobre todo, a usted.

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